Las pausas activas son breves descansos durante la jornada laboral en los que se realizan movimientos físicos suaves o ejercicios de estiramiento. Su objetivo es romper con el sedentarismo, mejorar la circulación y reducir el estrés físico y mental.
Beneficios de las pausas activas:
- Mejoran la postura y reducen dolores musculares.
- Aumentan la concentración y productividad.
- Reducen el estrés y la fatiga mental.
- Favorecen la circulación sanguínea.
- Previenen enfermedades asociadas al sedentarismo.
Se recomienda realizarlas cada 1 o 2 horas de trabajo continuo, con una duración de 5 a 10 minutos.
Ejemplos de pausas activas:
- Estiramientos básicos: cuello, hombros, espalda y piernas.
- Movimientos articulares: rotación de muñecas, tobillos y caderas.
- Ejercicios de activación: marcha en el lugar, sentadillas suaves, elevaciones de talones.
- Respiración consciente: ejercicios de respiración profunda para relajar cuerpo y mente.
- Pausa visual: aplicar la regla 20-20-20 (cada 20 minutos, mirar algo a 6 metros durante 20 segundos).
Consejos para integrarlas:
- Usa recordatorios o alarmas.
- Realízalas en grupo para motivarte.
- Adáptalas a tu espacio y condición física.
- Sé constante, aunque solo sean 5 minutos.
Incluir pausas activas en tu rutina laboral es una forma sencilla y efectiva de cuidar tu salud física y mental, mejorar tu rendimiento y sentirte mejor durante el día.
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